Lo primero que tenemos que saber es que podemos, y vamos a usar la ampliadora de dos maneras distintas.
La que ya os imagináis, cargando el negativo y ajustando todo lo que veremos más adelante, y la segunda, sin cargar ningún negativo, que es la forma que vamos a ver a continuación.
Con esta técnica lo que logramos es tener en nuestras manos una hoja de contactos, es decir, el positivado de los negativos en papel, de manera que podamos mirar las fotos que hicimos y decidamos cual nos gusta más sin tener que usar una mesa de luz.
Ya vimos en el post anterior todo lo que necesitamos tener preparado así que encendemos la luz roja en la habitación y apagamos todas las demás luces.
Si vais a dejar el móvil en la sala, tened en cuenta si tenéis activados los destellos del flash cuando os llaman o llegan mensajes, porque podrían arruinaros una foto.
Si tenéis un iPhone y queréis tener el teléfono para controlar los tiempos o saber que hora es, os recomiendo que vayáis a este post.
Ahora ya podemos encender la luz de la ampliadora de manera permanente, y abrimos el diafragma al máximo para obtener toda la luz que podamos para trabajar cómodos. En mi caso sería poniendo el 4 enfrentado con el circulo blanco.
Si vemos que hay poca luz, revisemos que no tengamos el cargador de negativos puesto o que este no tiene las pestañas cerradas.
Colocamos sobre la mesa, en la zona iluminada nuestra hoja de negativos, sin sacarlos de ella, si caben todos dentro de la luz, perfecto, pero si no es así, levantaremos la cabeza de la ampliadora para que quepan.
Ahora cerramos un par de puntos el diafragma (opcional pero yo tengo esa costumbre, ya explicaré por qué) y colocamos el filtro rojo para que la luz blanca no llegue a la mesa, pero siendo aún posible que sigamos viendo los limites hasta donde llegará cuando lo retiremos.
Por fin ha llegado el momento delicado, como toda la luz de la habitación es roja, podemos sacar el papel fotográfico de la caja y de la funda opaca donde se encuentra, y cortaremos una tira de unos dos centímetros de grosor de una de las hojas, de esta manera de una sola hoja podremos sacar muchas tiras que iremos usando para hacer pruebas de luz y saber cuanto tiempo tenemos que tener expuesto el papel, antes de apagar la ampliadora y revelar el papel con los productos químicos.
Colocamos la tira en la zona iluminada y la hoja de negativos sobre ella, yo lo hago intentando que el papel fotográfico cruce fotos con distintas luces, y finalmente pongo el cristal sobre todo ello, para que no se mueva nada ni un milímetro.
Ahora con una cartulina negra, tapo toda la tira salvo una esquina.
Apago la luz de la ampliadora y pongo el temporizador en 4 segundos.
Quito el filtro rojo del objetivo.
Lanzo con el temporizador 4 segundos de luz.
Deslizo la cartulina por el cristal un centímetro, de manera que se exponga a la luz una parte más grande del papel fotográfico, y vuelvo a lanzar otros 4 segundos de luz, repitiendo este punto tantas veces como el papel nos lo permita.
Cuando hayamos terminado este proceso, con la ampliadora apagada, levantamos el cristal y la hoja de negativos y cogemos el papel que lo pondremos en la primera bandeja, la de revelado durante 2 minutos. Aquí recomiendo tener un temporizador por bandeja, pero no para este proceso, sino para cuando vayamos a realizar más de un proceso en paralelo y podamos tener distintos papeles en distintas bandejas.
Cogemos la tira con las pinzas y dejamos escurrir el líquido revelador, cuando este haya terminado de caer, pasamos la tira al paro durante 20" y devolvemos la pinza a la primera bandeja, para no mezclar los líquidos en exceso.
Pasados los 20" de paro, sacamos y escurrimos la tira y pasamos al fijador donde estará al menos 4 minutos. En este momento, ya podemos encender la luz blanca para ver el resultado final, y comenzaremos a mirar donde la exposición sobre el papel nos parece la más correcta.
Sabiendo que donde sólo ha estado 4 segundos expuesto el papel, este estará más blanco, y donde más tiempo ha estado expuesto es la parte más oscura, podemos contar cuantos segundos son necesarios para llegar a la exposición óptima.
Con el siguiente ejemplo intentaré explicaros lo que digo.
Vemos en la foto marcado con verde donde están los cortes de cada exposición, el primer corte, el de la izquierda, es el que más tiempo ha estado expuesto, y el de la derecha solo lo ha estado una vez.
Por tanto, si contamos de derecha a izquierda, podemos saber cuantos segundos estuvo expuesto cada tramo: 4, 8, 12, 16, 20 y 24 segundos. Ahora solo nos queda decidir con que exposición queremos quedarnos, y esto es totalmente subjetivo, personalmente creo que el trozo 4 o 5 (comenzando desde la izquierda a contar son los que mejor se ven), así que elijo un tiempo entre el 8 y el 12 para hacer la exposición final. Y en función de cuanto más cerca de uno de los dos resultados, más nos acercaremos al dato obtenido, en mi caso, yo pondría 10".
Así que apagamos la luz, ponemos el filtro rojo a la ampliadora (IMPORTANTISIMO), sacamos una hoja completa de su caja y le colocamos los negativos encima, sujetando de nuevo todo con el cristal.
En este punto tenemos que cuadrar que los negativos y el papel estén completamente en la zona donde la luz va a incidir cuando quitemos el filtro rojo.
Ajustamos el temporizador a 10" y quitamos el filtro rojo. Si se nos olvida, no pasa nada, sólo tenemos que darnos cuenta, para el temporizador para que se apague la luz, quitarlo y volver a poner el temporizador a funcionar.
Cuando transcurran los 10", y se apague la luz, cogemos el papel fotográfico y lo pasamos a la cubeta de revelado, siguiendo el mismo proceso que antes 2' revelador + 20" paro + 4' de fijador.
Cuando hayan pasado los 4' de fijador, escurrimos el papel y lo pasamos al lavado, si lo hemos hecho todo bien, ya tenemos nuestra hoja de contactos lista para colgar cuando haya pasado unos 4 minutos lavándose.
Ahora sólo nos queda ver el resultado con calma y decidir que foto es la que queremos positivar, pero eso ya será en el siguiente post.
Un saludo a tod@s.
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